El valor de la literatura en la clase de español

La literatura es un recurso sumamente importante para potenciar el proceso de aprendizaje de español como lengua extranjera. Conoce por qué en esta nota.

La literatura debe ser utilizada por todo profesor de español en clase. Es un recurso que resulta adecuado para el aprendizaje del idioma en sí y, a la vez, significa una puerta de acceso a la sociedad, cultura, arte e historia de toda una comunidad de hablantes tan diversa y rica como es la del español.

El mismo Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas se refirió a los textos literarios como recursos que contribuyen al desarrollo de la competencia pragmática y de la competencia discursiva. Además, la entidad refiere que utilizar la literatura permite favorecer la práctica lingüística a la vez que fomenta los aspectos socioculturales.

¿Qué aporta la literatura al proceso de aprendizaje?

Aplicar la literatura en las clases de español como lengua extranjera potencia el proceso de enseñanza-aprendizaje. Puntualmente, aporta los siguientes beneficios:

Introduce distintas muestras de lenguaje. En distintas obras literarias se puede encontrar desde un uso extremadamente sucinto hasta un lenguaje altamente complejo y metafórico. De esta manera, es un input lingüístico inserto en todos los registros posibles de la lengua “real”. 

Enriquece el vocabulario. La literatura da lugar a la introducción contextualizada de vocabulario y estructuras, y contribuye a ampliar la fraseología y a fijar fenómenos lingüísticos ya conocidos. 

Vincula lenguaje y cultura. El texto literario es un objeto cultural y un mecanismo transmisor de la cultura. Además, la lectura permite despertar sentimientos y emociones en los alumnos, favoreciendo que se involucren con la comunidad. 

Potencia la competencia comunicativa. Permite integrar y ejercitar la comprensión lectora, la expresión escrita, y la expresión y comprensión oral, es decir que es ideal para que los estudiantes puedan practicar diferentes actos de habla.

Claves para incorporar textos literarios en la clase de español

Para que el trabajo con obras literarias pueda efectivamente potenciar a los estudiantes es necesario seleccionar las estrategias didácticas adecuadas para su implementación.

En primer lugar, es indispensable hacer una elección cuidadosa del material literario. Esto significa seleccionar lecturas de acuerdo al nivel del estudiante y ofrecer todo tipo de muestras de idioma. Otro punto a tener en cuenta es secuenciar correctamente las actividades con las que se abordará la obra. 

Las actividades que pueden proponerse para trabajar la lectura son diversas y pueden clasificarse respecto al momento de su aplicación:

Previas. Sirven para focalizar la atención del estudiante hacia el tema de la obra literaria. Pueden consistir en el apoyo visual, el reconocimiento de vocabulario o la respuesta a preguntas vinculadas a la temática.

Durante la lectura. El objetivo de estos ejercicios es que el estudiante pueda descifrar la lectura, con ayuda de herramientas y haciendo foco en fenómenos puntuales. Estas actividades, a lo largo del proceso de aprendizaje, fomentarán la autonomía del estudiante. Algunos ejemplos de ellas son: identificar léxico nuevo vinculado a una temática específica, subrayar palabras con funciones gramaticales determinadas, completar huecos con vocabulario introducido previamente y ordenar distintos párrafos y estructurar el texto.

Posteriores a la lectura. Estas propuestas aseguran la comprensión de la obra que se abordó. Algunos de estos ejercicios pueden ser: poner títulos o subtítulos (en caso de tratarse de comprensión global), contestar preguntas o resumir el texto, elegir entre respuestas correctas y falsas, etc.

Adicionales. Con el fin de promover la creatividad e impulsar la comunicación se puede proponer escribir los antecedentes, por ejemplo, de un cuento, entrevistar a los compañeros, contestar, comparar, opinar, reaccionar, criticar, discutir, etc.

Sin dudas, una clase de español como lengua extranjera que incorpora la literatura como recursos de aprendizaje tiene un valor diferencial. Comparada con una clase tradicional, podrá acercar más al estudiante a la cultura y potenciar sus competencias de una manera didáctica y eficiente.

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