Cómo sobrevivir a la sobreexposición de información

La velocidad de cambio de la tecnología es exponencial.

La velocidad de cambio de la información es muy acelerada.

Sin embargo, la velocidad de cambio de mentalidad es mucho más lenta que el cambio de acceso a información. 

Frente a la sobreinformación, el reto no es sólo filtrar. Debemos escapar de la falsa promesa que con mucha información, vamos a ser profesionales competentes.

La pregunta que debemos hacernos es:

 ¿Cómo generamos los filtros para acceder a información sustantiva, para estar en un proceso de aprendizaje permanente? 

Estamos en un momento donde las máquinas empiezan a reproducir procesos muy similares a los procesos cognitivos, y eso nos lleva a reflexionar. 

Mientras algunos ponen énfasis en la desaparición de empleos, otros se enfocan en cuáles son las habilidades que no podrán ser reemplazadas por un sistema. 

En esas habilidades debemos poner especialmente énfasis cuando queremos formar profesionales del siglo XXI.

Acceder a la información, no implica comprenderla. 

Es muy distinto conocer, que comprender. A veces las tecnologías digitales son muy útiles para conocer, pero la compresión se desarrolla a partir de otros espacios, de otras oportunidades.

¿Dónde encontramos esas oportunidades? 

Cuando la aprovechamos para generar vínculos.

Cuando construimos una experiencia.

Cuando somos capaces de traducir esa información en un conocimiento que tenga valor. 

La invitación es, en un contexto de hiperconectividad, preguntarnos cómo nosotros adaptamos de manera permanente nuestro mindset. Cómo generamos cambios cognitivos, qué herramientas tenemos que desarrollar para eso. Entender que el conocimiento no es algo que se consume sino que se conecta.

Reflexiones tomadas del Global Meeting realizado por DoinGlobal, donde contamos con la presencia y exposición de Cristóbal Cobo (PhD) Especialista Senior en Educación y Tecnología. Accede resumen del evento aquí